Queridos amigos y lectores,
Estaréis de acuerdo conmigo en que la necesidad nos hace a todos (por lo general), más espabilados, si no más listos.
La mayoría de vosotros sabéis que, además de elaborar bisutería para regalar o para uso propio, también vendo en la medida de lo posible; vendo por internet, mayormente, pero también en mercados y (espero estrenarme lo antes posible), en ferias locales.
No es ningún misterio para nadie que lo que entra por el ojo tiene más números en la rifa del éxito que lo que no, y, haciendo bisutería, mucho más aún. Pero incluso a veces, un producto que parece perfecto y maravilloso,y en el que hemos invertido sangre, sudor y lágrimas, puede pasar desapercibido. Incluso si lo hemos elaborado para regalar y no para vender, el hecho de estar pobremente presentado le restará gran parte de brillo. ¿Cómo, pues, conseguir que nuestra labor, a la que le hemos dedicado tanto amor, sea objeto de halagos entre los amigos, salte a la vista u obligue a los posibles clientes a no pasar de largo?
Variante 1: Enmárcalo
Tal como se ve en ésta foto, una gran idea para que nuestra bisutería salte a la vista es buscarle un marco adecuado para el tipo de joya que hayamos elaborado.
En mi caso compré un marco dorado con centímetro y medio de profundidad y corté un pedazo de fieltro negro como fondo. El fieltro se coloca en lugar de la fotografía, y luego se "pincha" o cuelga en él lo que tengamos pensado mostrar. Obviamente, habrá que prescindir del cristal.
¿Cuál puede ser el problema? Los marcos son estupendos para exponer joyas, pero si se pretende regalar o vender con marco incluido, los costes se dispararán; y cuanto más grande sea la pieza elaborada, más nos vaciaremos los bolsillos, porque, automáticamente, el marco tendrá que ser de mayor tamaño...y a mayor tamaño, más caro.
¿Cuál es la solución a la que he llegado recientemente,y casi por casualidad?
Variante 2: Pínchalo a una tarjeta postal
Buscaba yo un modo de regalar a una vieja amiga una tarjeta en la que escribirle y, al mismo tiempo, obsequiarla con unos pendientes hechos por mí...Y se me ocurrió esto. ¿Qué os parece?
Es barato (algunos de esos paquetes de tarjetas postales tienen un precio irrisorio), es llamativo, es original...y se puede variar el tamaño de la tarjeta a gusto y comodidad de cada uno. Como regalo queda genial y creedme: expuesto no deja indiferente.
Estoy deseando que me lleguen unas tarjetitas compradas por internet para seguir experimentando... Yo he elegido éstas, pero vosotros podéis probar con lo que más os guste...
¿Qué tal?
Felices inspiraciones a todos, y hasta la próxima :)
Qué buena idea!! además se me está ocurriendo que en muchos bares a veces tienen tarjetas de propaganda de tamaño postal que algunas son bien chulas... la próxima vez que encuentre una que me guste arraso
ResponderEliminarUn saludo
Hola, Myriam! No sé por qué el blog no me avisa de que me han hecho un comentario, y me dan las uvas hasta que me doy cuenta yo sola...
EliminarRecuerdo muy bien, cuando vivía aún en España, que a menudo recogía esas tarjetas postales de los bares..¡aún conservo alguna! Qué gracia me ha hecho cuando lo has mencionado ;)
¡Gran idea: originalidad, reciclaje y economía en un solo tiro!
Un saludo