Googleads

martes, 24 de diciembre de 2019

Un par de reflexiones por si piensas: "Esto de hacer bisutería...¿es para mí?"




Queridos amigos y lectores:
Tal vez alguno de vosotros esté pensando en aprender a hacer bisutería, ya sea apuntándose a algún curso o de forma autodidacta. Tal vez lo queráis probar como hobby (afición, esto es) porque os haga ilusión haceros vuestras joyitas y regalarlas a otros, o penséis en algo más serio, como venderlas o montar un negocio a base de vuestro trabajo. Sea como sea, hay unas cuantas cosillas a tener en cuenta sí o sí, pues, si bien no soy profesional en el terreno,me avalan 15 años de trabajo continuado fabricando joyas artesanales con más de una venta exitosa.

1.Chao,chao, Speedy González.


O "La prisa es mala consejera". O "La paciencia es la madre de la ciencia".
Señores míos, esto no es un curso de maquillaje en el que los resultados se ven casi al momento. Si somos de los que lo queremos todo rapidito (y no hace falta que seamos rápidos para quererlo todo rápido), si nos falta paciencia...no seremos constantes. Y sin paciencia ni constancia no hay cursos de bisutería que valgan. ¿Por qué? Porque...

2.Los primeros resultados son siempre decepcionantes.


A no ser que tu idea de hacer bisutería sea únicamente ensartar una bolita tras otra, tus primeros resultados haciendo joyas artesanas dejarán mucho que desear por mucho esmero que le pongas y por mucha paciencia que tengas. No te preocupes: es lo más normal del mundo.
Estás aprendiendo nuevas técnicas, los dedos se están adaptando a este tipo de trabajo y van ganando agilidad, pero aún estás empezando. Es por ello que los nuditos al final de los collares se nos resisten, los hilos no querrán pasar por los agujeros y los abalorios se nos caerán a docenas haciendo de nuestro suelo un colorido mosaico (si son grandes) u obligándonos a jugar al escondite si son pequeños. 
Tómatelo con filosofía y, sobretodo al principio, no te sobrecargues: si estás cansado o cansada, déjalo para más tarde. Tu mente y tus ojos te lo agradecerán y puede que cuando regreses sepas mejor cómo resolver el problema.

3.Trabaja siempre con buena luz.


Esto es un imprescindible, un "must", un quid pro quo o como quieras llamarlo. Con mala luz NO TRABAJES NUNCA. Esto es un error que yo misma he cometido.
La mejor luz es luz clara del día, que en países como España o los de Latinoamérica no debería ser un problema; pero como a menudo el problema no es el lugar, sino la hora a la que nos podremos sentar a experimentar (temprano en la mañana o tarde por la tarde-noche, cuando no hay sol ni luz natural que valga), os aconsejo muy mucho haceros con una buena lámpara. Es una inversión que no lamentaréis, porque además podréis usarla para muchas otras cosas y os ahorraréis tener que usar gafas o anteojos, o si ya los usáis, tener que cambiarlos por otros de mayor graduación.

4. Empieza utilizando materiales de poco valor.
Swarowski, cristal checo, alambre de oro...¡oh, qué bien suena todo eso! Y llegarás a ello (o a las cuentas de madera buena, el fieltro de calidad, o lo que sea que quieras emplear cuando te dediques a ello). Pero por el momento, mi consejo es que no te gastes el dinero en todas esas cosas, porque lo estarás tirando a la basura.
Primero, porque las primeras creaciones, como he dicho ya, no saldrán bien. 
Segundo, porque tras probarlo un tiempo, puede que decidas que no es lo tuyo y lo dejes de lado.

¿Mi consejo? Usa cuentas de plástico o de baratillo. O cuentas usadas de collares viejos (¡pero que no sean valiosos...no uses collares de perlas buenas!). Empieza usando aquello que no echarás de menos si sale mal. Y si sale bien, ya tendrás el modelo para el siguiente trabajo con buen material.

5.Sé organizado

Pinterest está lleno de blogs con ideas de toda clase para ser ultraorganizados a la hora de guardar nuestro material. Ahí os he colgado el enlace (haciendo click en la foto) de un blog que me ha convencido, pero podéis encontrar otros. U obrar según vuestro propio método. 
Puede que ahora penséis: "Si sólo tengo un par de bolsitas con cuentas y unos hilos...no necesito pensar en organizarme". Y mientras sólo tengas eso y lo tengas a mano, no pasará nada. Pero, si como yo, con el tiempo te vas dedicando más y más a estos trabajillos, el número de cosas que tengas se multiplicará, y llegará un día en que no sabrás donde tengas nada y pases más tiempo buscando piezas que creando algo.
Recordad: no se trata de CUÁNTO ESPACIO TENGO, ¡se trata de CÓMO DE BIEN LO ORGANIZO!

6.Las tareas mecánicas pueden hacerse estando cansado. Las creativas no.
Éste último consejo lo doy para todos aquellos que, a pesar de todo, están decididos a tirarse a la piscina (o ya lo han hecho).
Con el tiempo y la práctica habrá trabajos repetitivos en la fabricación de artesanías que haréis casi con los ojos cerrados. Éstos pueden realizarse incluso cuando estamos cansados (y si os queréis dedicar a vender de verdad, a menudo trabajaréis estándolo).
Sin embargo, en el proceso creativo, es imprescindible estar fresco. Si un día una nueva idea se te resiste, vete a dormir y levántante temprano la mañana siguiente. Lo verás todo de otra manera.



¡Felices inspiraciones a todos!








No hay comentarios:

Publicar un comentario